viernes, 26 de junio de 2015

Amores imposibles. (Ismael Serrano)

Cuando caiga la tarde, lo verás salir
arrastrando de casa el calor del hogar.
Cortará alguna flor, besará a su mujer,
perseguirá la estela de un cometa fugaz.
Y en la calle lo verás abrir la flor de su secreto.
Y empezará a soñar.
Quizá vaya al billar a mirar hombres y posturitas .
Quizá invente una cita
con un Adonis para él.

Ningún hombre lo amó.
A nadie reveló su pasión y los juegos,
el deseo clandestino.
No hubo cartas de amor,
no hubo día del orgullo.
No le devolverán los veranos perdidos.
Y Cernuda lo ve suspirar, triste, desde el Parnaso.
San Sebastián asaetado reza por tus pecados,
llora por ti, no olvida
al que sufre en silencio
a su oveja perdida.

Miran al cielo y piden un deseo:
contigo la noche más bella.
Amores imposibles
que escriben en canciones
el trazo de una estrella.
Cartas que nunca se envían.
Botellas que brillan
en el mar del olvido.
Nunca dejes de buscarme
la excusa más cobarde
es culpar al destino,
es culpar al destino.

Cuando salga de clase, lo volverá a encontrar
en el lado salvaje, tras el humo del hash.
Él, dulce calavera. Él, corsario de barrio.
Ella, dulce muñeca. Ella, seria y formal.
Él no escucha el rumor de sus alas si pasa a su lado.
Pobre Blancanieves,
nuestro príncipe prefiere a la madrastra,
a la mala del cuento.

Él será la manzana
donde habita el veneno.
Ella soñará un verso que él nunca escuchará.
Él no trepará sus trenzas una noche de invierno.
Ella soñará un viaje y no habrá despedidas.
Ni canciones de amor, ni Capuleto y Montesco.
Crecerán y en la espuma del tiempo
se deshacen sus sueños.
No quedará ni un recuerdo,
ni en la noche un lamento.
Quizá una leve herida
que lavará el olvido
o el agua de la clepsidra .

Miran al cielo y piden un deseo:
contigo la noche más bella.
Amores imposibles
que escriben en canciones
el trazo de una estrella.
Cartas que nunca se envían.
Botellas que brillan
en el mar del olvido.
Nunca dejes de buscarme
la excusa más cobarde
es culpar al destino,
es culpar al destino.

Caminando hacia el sur, tomando la autopista,
han abierto un garito, muy cerquita del pueblo,
donde huríes desnudas venidas de cien mundos
celebran cada noche catorce de febrero.
Y en la aldea un hombre suspira si el neón se ilumina.
No tuvo Eva este Adán,
no hubo asiento de atrás,
ni caricias, ni cartas perfumadas,
no hubo cita en el parque.
No hubo chicas de Plan .

Cuando caiga la noche lo verás entrar
como cada domingo aseado y puntual.
La encontrará en la barra, como a un delfín varado
que ha perdido su estrella, que un día expulsó el mar.
Ella escucha y él, enamorado, desnuda sus miedos.
Entre el ruido, benjamines de champán
y otros delfines cobrando su rescate
a náufragos perdidos
sueña raptar a su amante.

Miran al cielo y piden un deseo:
contigo la noche más bella.
Amores imposibles
que escriben en canciones
el trazo de una estrella.
Cartas que nunca se envían.
Botellas que brillan
en el mar del olvido.
Nunca dejes de buscarme
la excusa más cobarde
es culpar al destino,
es culpar al destino....

viernes, 19 de junio de 2015

Ozymandias. (Percy Bysshe Shelley)

Conocí a un viajero de una tierra antigua
que dijo: «dos enormes piernas pétreas, sin su tronco
se yerguen en el desierto. A su lado, en la arena,
semihundido, yace un rostro hecho pedazos, cuyo ceño
y mueca en la boca, y desdén de frío dominio,
cuentan que su escultor comprendió bien esas pasiones
las cuales aún sobreviven, grabadas en estos inertes objetos,
a las manos que las tallaron y al corazón que las alimentó.
Y en el pedestal se leen estas palabras:
"Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:
¡Contemplad mis obras, poderosos, y desesperad!"
Nada queda a su lado. Alrededor de la decadencia
de estas colosales ruinas, infinitas y desnudas
se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas»

viernes, 12 de junio de 2015

7 Frases I.

Si no diseñas tu propio plan de vida, hay muchas opciones de que caigas en el de otros. ¿Y adivinas qué es lo que te espera? Probablemente muy poco. 
Jim Rohn.

Deja de buscar, y comienza a servir. Deja de pedir, y comienza a dar. Deja de reclamar, y comienza a agradecer.
Sebastian Wernicke.

Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.
Antoine de Saint-Exúpery.

Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.
Voltaire.

La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.
Aristóteles.

Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego.
Proverbio Árabe.

En un beso, sabrás todo lo que he callado.
Pablo Neruda.


viernes, 5 de junio de 2015

Adiós Dulcinea. (Txus di Fellatio)

He decidido escribirte
después de tanto llorar,
mis lágrimas hoy son estos versos que
tu ausencia nunca podrá borrar.

Me voy como vine a tu vida,
sin hacer ruido me despido, me voy
pero me cuesta tanto olvidarte,
me cuesta tanto decirte adiós.

Hoy he vuelto a entender que
jamás volverán
aquellos paseos de vuelta al hotel
en los que tú me empujabas para no perder
ni un solo instante en hacer el amor.

Dejaré de verte crecer,
me marcho a vivir
donde habita el olvido
e intentaré buscar
otro camino, otro amor.

Cada vez que intento perder
el miedo a caer
me tropiezo en mí mismo
y dejo escapar
a quien me ha querido
y me quedo sin luz.

El suelo de mi vida se viste,
se abriga con hojas de un adiós.
Mi destino es amar y despedirme,
pedir permiso para vivir.

Te dejaste olvidados en cada rincón
de mi alma, trocitos de tu corazón.
Te dejaste olvidado en mi alma tu olor,
dormía abrazado a una flor

Dejaré de verte crecer,
me marcho a vivir
donde habita el olvido
e intentaré buscar
otro camino, otro amor.

Y no sé si me perderé
o me encontraré.
Me siento tan solo,
pero a mi infierno iré
en busca de todo lo que no te di.

Hoy he vuelto a entender
que jamás volverás
a acariciarme antes de dormir
y pegada a mi pecho
me pidas que
te abrace y no te deje ir.

Dejaré de verte crecer,
me tengo que ir
y encontrar mi camino
y nunca olvidaré
lo que me has querido, amor

Cada vez que intento perder
el miedo a caer
me tropiezo en mí mismo
y dejo escapar
a quien me ha querido
y me quedo sin luz.

Adiós, mí vida, me voy,
te dejo marchar.
Viviré en tus recuerdos.
Jamás te olvidaré.

Adiós dulcinea, me voy
y si nos volvemos a ver
solo abrázame.

Sigo siendo aquel niño
con miedo a madurar.
Duermo pegado a tu foto, mí amor...