sábado, 29 de abril de 2017

Lágrimas de mármol. (Joaquín Sabina)

El tren de ayer se aleja, el tiempo pasa, la vida alrededor ya no es tan mía y desde el observatorio de mi casa la fiesta se resfría.

Los pocos que me quieren no me dejan perderme solo por si disparato, no pido compasión para mis quejas que tocan a rebato.

Acabaré como una puta vieja hablando con mis gatos.

Superviviente, sí, ¡maldita sea! Nunca me cansaré de celebrarlo, antes de que destruya la marea las huellas de mis lágrimas de mármol. Si me tocó bailar con la más fea, vivir para cantarlo.

Dejé de hacerle selfies a mi ombligo cuando el ictus lanzó su globo sonda y me duele más la muerte de un amigo que la que a mí me ronda.

Con la imaginación, cuando se atreve, sigo mordiendo manzanas amargas pero el futuro es cada vez más breve y la resaca, larga.

Superviviente, sí, ¡maldita sea! Nunca me cansaré de celebrarlo, antes de que destruya la marea las huellas de mis lágrimas de mármol. Si me tocó bailar con la más fea, vivir para cantarlo. 

sábado, 22 de abril de 2017

Europa no es…. (Institut Iliade)

Europa no es Lampedusa. ¡Es nuestra civilización!

Europa no es la organización de Bruselas, y tampoco una moneda o un banco central.

Europa no es un espacio mundializado y sin fronteras.

Europa no es el mundo africano. Tampoco es tierra islámica. 

Europa no es ni la fealdad ni el no-arte. 

Europa es el continente de los europeos.

Europa son milenarios de historia: 700 millones de europeos.

Europa es una identidad: la civilización europea y cristiana.

Europa son los templos griegos, los acueductos y teatros romanos, las capillas románicas, las catedrales góticas, los palacios renacentistas, las plazas mayores, los conventos, las iglesias barrocas, los castillos clásicos, los edificios modernistas.

Europa son salvajes acantilados, majestuosas montañas, apacibles ríos. Europa es el sentimiento de la naturaleza. Europa son paisajes ajardinados por el hombre: desde los bosques hasta los pólders, desde los prados hasta los cultivos en terrazas.

Europa es la tierra del manzano y del olivo, de la viña y de la cebada.

Europa no es el universo de la comida basura: es la gastronomía del aceite y de la mantequilla, del vino y de la cerveza, del queso y del pan, del salchichón y del jamón.

Europa no es el mundo de la abstracción: es el arte de la representación, de Praxíteles a Rodin, de los frescos de Pompeya a la Secesión de Viena. Europa es el imaginario celta y el misterio cristiano. Europa es la civilización que transforma la piedra en encaje.

Europa es el rechazo del aturdimiento: es la cultura que ha inventado el canto polifónico y la orquesta sinfónica.

Europa no es el mundo de Belfegor: es la civilización que honra a la mujer, diosa, madre o guerrera. Europa es la cultura de la caballería y del amor cortés.

Europa no es el mundo del control, es la patria de la libertad: la ciudadanía griega, el foro romano, la Gran Carta inglesa de 1215, las ciudades y las universidades libres del Medioevo, el despertar de los pueblos en el siglo XIX.

Europa es un patrimonio literario y mitológico: Homero, Virgilio, Hesiodo, los Eddas, el Cantar de los Nibelungos y el ciclo artúrico. Es también Shakespeare, Cervantes y Grimm.

Europa es el espíritu de invención y de conquista: es Leonardo da Vinci y Gutenberg; son las carabelas, las 'mongolfieras', los inicios de la aviación y Ariane; son los puentes colgantes sobre los mares.

Europa son los héroes que la han defendido a lo largo de los siglos: es Leónidas y sus 300 espartanos que salvan a Grecia contra Asia; es Escipión el Africano que salva a Roma de Cartago; es don Pelayo que emprende la Reconquista; es Godrefoy de Bouillon que libera Tierra Santa y funda el reino franco de Jerusalén; son Fernando de Aragón e Isabel de Castilla que liberan Granada; es Iván el Terrible que aleja a los mongoles de la santa Rusia; es don Juan de Austria que vence a los turcos en Lepanto.

Europa son lugares emblemáticos: el Partenón, la Plaza de San Marcos, San Pedro de Roma, la Torre de Belém, Santiago de Compostela, el Monte Saint-Michel, la Torre de Londres, la Puerta de Brandeburgo, las torres del Kremlin.

¡Tal es nuestra civilización!

Hoy Europa es el hombre enfermo del mundo. Está culpabilizada, colonizada, debilitada. Pero no es ni fatal ni duradero. ¡Basta de arrepentimientos! ¡Afirmemos nuestra larga memoria! Escuchemos el mensaje de esperanza lanzado por Dominique Venner: "Creo en las cualidades específicas de los europeos, que están provisionalmente adormecidos. Creo en el poderío de su individualidad, en su inventiva y en el despertar de su energía. El despertar vendrá. ¿Cuándo? No lo sé, pero no dudo de que ese despertar llegará".



miércoles, 19 de abril de 2017

Objetos perdidos. (Julio Cortázar)





Por veredas de sueño y habitaciones sordas

tus rendidos veranos me acechan con sus cantos
Una cifra vigilante y sigilosa
va por los arrabales llamándome y llamándome
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
Dónde están tu nombre y tu calle y tu desvelo
si la cifra se mezcla con las letras del sueño
si solamente estás donde ya no te busco.

sábado, 15 de abril de 2017

Eyes on me. (Faye Wong)

Siempre que canté mis canciones en el escenario, por mi cuenta. Siempre que dije mis palabras deseando que fueran escuchadas, te vi sonriéndome.

¿Fue real o sólo mi fantasía?
Siempre has estado ahí, en la esquina de este pequeño bar.

Mi última noche aquí para ti, estas mismas canciones antiguas, sólo una vez más para ti.
¿Mi última noche aquí contigo? Quizás sí, tal vez no. Me gustaba la manera como posabas tímidamente tus ojos en mí. Oh, ¿Alguna vez supiste que yo tenía los míos en ti?

Querido, así que ahí estás, con esa mirada en tu rostro como si nunca estuvieras herido, como si nunca estuvieras deprimido.

¿He de ser la adecuada para ti, ese que te pellizque suavemente pero firme? Si muestras el ceño fruncido entonces sabré que no eres un soñador.

Así que déjame llegar a ti, lo más cerca posible, quiero estar de ti, lo suficientemente cerca de ti para sentir tu corazón latir.

Y permanece allí mientras susurro: ¡cómo adoro tus pacíficos ojos en mí!
¿Alguna vez lo supiste? Que yo tenía los míos en ti.

Querido, así que comparte conmigo tu amor si tienes suficiente, tus lágrimas si las estás reteniendo o el dolor si eso es lo que es.

¿Cómo puedo hacerte saber que soy más que la vestimenta y la voz?
Solo alcánzame y entonces sabrías que no estás soñando.

Querido, así que ahí estás, con esa mirada en tu rostro como si nunca estuvieras herido, como si nunca estuvieras deprimido.

¿He de ser la adecuada para ti, ese que te pellizque suavemente pero firme? Si muestras el ceño fruncido entonces sabré que no eres un soñador…. 

sábado, 8 de abril de 2017

La órbita del agua. (Andrés Eloy Blanco)

Vamos a embarcar, amigos,
para el viaje de la gota del agua.
Es una gota, apenas, como el ojo de un pájaro.

Para nosotros no es sino un punto,

una semilla de luz,
una semilla de agua,
la mitad de lágrimas de una sonrisa,
pero le cabe el cielo
y sería el naufragio de una hormiga.

Vamos a seguir, amigos,

la órbita de la gota de agua:
De la cresta de una ola
salta, con el vapor de la mañana;
sube a la costa de una nube
insular en el cielo, blanca, como una playa;
viaja hacia el Occidente,
llueve en el pico de una montaña,
abrillanta las hojas,
esmalta los retoños,
rueda en una quebrada,
se sazona en el jugo de las frutas caídas,
brinca en las cataratas,
desemboca en el río, va corriendo hacia el Este,
corta en dos la sabana,
hace piruetas en los remolinos
y en los anchos remansos se dilata
como la pupila de un gato,
sigue hacia el Este en la marea baja,
llega al mar, a la cresta de su ola
y hemos llegado, amigos...                    Volveremos mañana.

sábado, 1 de abril de 2017

Oh, Dios mío. (Hans Denk)

Oh, Dios mío, ¿qué pasa en este pobre y viejo mundo para que siendo Tú tan grande nadie te encuentre, para que llames a gritos y nadie te oiga; para que Tú, que estas tan cerca, nadie sienta tu presencia; para que Tú, que te entregaste al mundo, nadie sepa tu nombre?

Los hombres huyen de Ti y dicen que no pueden encontrarte; te vuelven la espalda y dicen que no pueden verte; hacen oídos sordos y dicen que no pueden oírte.