viernes, 31 de julio de 2015

Standby. (“Robe” Iniesta)

Vive mirando una estrella
siempre en estado de espera.
Bebe a la noche ginebra
para encontrarse con ella.
Sueña con su calavera
y viene un perro y se la lleva,
y aleja las pesadillas
dejando en un agujero
unas flores amarillas
pa' acordarse de su pelo.
 
Sueña que sueña con ella
y si en el infierno le espera...
quiero fundirme en tu fuego
como si fuese de cera.
 
Antes de hacer la maleta
y pasar la vida entre andenes,
deja entrar a los ratones
para tener quien le espere.
 
Sueña con su melena
y viene el viento y se la lleva,
y desde entonces su cabeza
sólo quiere alzar el vuelo,
y bebe rubia la cerveza
pa' acordarse de su pelo.
 
Sueña que sueña la estrella
siempre en estado de espera;
vuelve a coger la botella
y pasa las noches en vela,
siempre en estado de espera.

viernes, 24 de julio de 2015

Un punto azul pálido. (Carl Sagan)

En 1990, cuando la sonda Voyager dejó Neptuno y se dispuso a salir del sistema solar, se giró para realizar una última fotografía de la tierra. El gran Carl Sagan nos dejaría en la memoria colectiva su pensamiento:

“Desde este lejano punto de vista, la Tierra puede no parecer muy interesante. Pero para nosotros es diferente. Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido, de las que alguna vez oíste hablar, todos los seres humanos que han existido, han vivido en él. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada profesor de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí —en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.

La Tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina de este píxel sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestras posturas, nuestra imaginada importancia, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo... Todo eso es desafiado por este punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario grano en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.

La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad, y formadora del carácter. Tal vez no hay mejor demostración de la locura de la soberbia humana que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amable y compasivamente, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que siempre hemos conocido”.

viernes, 17 de julio de 2015

Una eternidad. (Homero Aridjis)


Cuando sólo tenga la eternidad para ofrecerte,
una eternidad de voces y de olvido,
una eternidad en la que ya no podré verte,
ni tocarte, ni encelarte, ni matarte,
cuando a mí mismo ya no me responda,
y no tenga día ni cuerpo,
entonces seré tuyo,
entonces te amaré para siempre.



viernes, 10 de julio de 2015

Pongamos que seguimos hablando de Madrid. (Fredi Leis)

Pongamos que seguimos hablando de Madrid,
de la forma en que te abraza cuando llegas sin saber
de la fiesta, de lo culto, de lo pulcro y del placer
de la noche en su Gran Vía,
del cartel de todavía
y el canal de poesía informando a tu querer.

Hasta su espalda hay un segundo en cercanías
un hemisferio norte, amor, que no varía
y me Retiro al parque
y me molino a Tirso
y hay goleada en el Santiago Bernabeu.

Desde Neptuno se oye un grito colchonero
hasta su boca me dirigen los letreros
paradita y un vinito en Lavapiés
otra ronda que la invita el camarero.

Y no me digan que venir es venidero
No me digan que llegar es llegadero
porque el que vuelve no se va,
se encadena en el andén de Chamartín 
y ve pasar lo que reitero.

En el 8 de la calle Libertad
en la esquina de piano con florero
en el templo de autor
las canciones en flor
se adelantan a los meses de verano
y vacunan al amor
y se cogen de la mano
los chavales desde Sol
hasta un Rayo Vallecano.

Qué bonito temblor.
Qué crucial el sabor
que me dejan cuando vengo
si no me paran no me detengo
y ya que me ceden un clavel
y aun así pretenden aplaudir
den por hecho que al reír
yo le aplaudo a su Madrid.

viernes, 3 de julio de 2015

La verdadera crisis es de inteligencia. (Emilio Lledó)

Creo que no estamos tanto ante una crisis económica, sino en una crisis de la mente, de nuestra forma de entender el mundo. La crisis más real -con independencia de los problemas económicos, que son muy reales- es la crisis de la inteligencia.

No estamos solo ante una corrupción de las cosas, sino ante una corrupción de la mente. A mí me llama la atención que siempre se habla, y con razón, de libertad de expresión. Es obvio que hay que tener eso, pero lo que hay que tener, principal y primariamente, es libertad de pensamiento.

¿Qué me importa a mí la libertad de expresión si no digo más que imbecilidades? ¿Para qué sirve si no sabes pensar, si no tienes sentido crítico, si no sabes ser libre intelectualmente? También ocurre que uno intenta pensar y escribe cuatro especulaciones y no puede hacer nada. Piensas pero no tienes poder. De ahí el poder de la política.