domingo, 28 de febrero de 2016

Andalucía. (José Luís Muñoz)

Pescadería y Chanca,
alto Almanzora.
Mónsul y Media luna...,
arena mora.
En tu bahía,
y en tu roja Alcazaba
sueño, Almería.

Carnavales de Cádiz...
sentir de azahar.
Jicarilla de plata
templada al mar.
Flores de mayo
aldabean tus campos
y tus caballos.

Tiene tu serranía
miel de romero.
Campaneo de fiesta
en tu sombrero.
Luz de alminares;
Córdoba y su mezquita
en mis cantares.

Generalife y Alhambra,
embrujos moros.
Entre el Darro y el Genil.
corren tus lloros.
Luce granada
de tomillos y nieve
Sierra Nevada.

Tierra llana, medialuna,
gitana bella.
De azófar el Río Tinto
pintó tu enseña.
Junto a tu parra,
Huelva, son de fandango,
eres guitarra.

Cimbra de San Lorenzo, 
trigos y olivos.
Guarda Sierra Morena
vientos cautivos.
Entre alfajores,
Jaén; jara y romero, 
viste de flores. 

San Pedro de Alcántara
sol y verdiales
Miramar y Alcazaba...,
sentimentales.
Málaga hermosa;
anhelos de sultana,
rumor de rosa.

Torre de oro y peineta,
blanca mantilla.
Regio, el Guadalquivir
cruza Sevilla.
La Macarena
a la Giralda enseña
su tez morena.

viernes, 26 de febrero de 2016

Carta de Vivi Ornitier.

Cada día, les hablaba de él.
Les contaba cuánto nos había ayudado y que nos había enseñado la importancia de vivir. No importa cuánto vive uno… sino cómo.
Eso lo aprendí de vosotros.
Me enseñasteis que la vida no tiene sentido si no nos ayudamos unos a otros.


Separarse no es algo triste, ¿verdad? Aunque estés lejos de alguien, puedes sentir su presencia en tu corazón. Es otra cosa que aprendí de vosotros….

Yo no sabía para qué había nacido, ni qué quería hacer con mi vida. Vosotros me ayudasteis a averiguarlo.
Vivir haciendo sólo lo que a uno le gusta es más difícil de lo que parece.

Os admiro porque siempre habéis sido fieles a vuestros propios sentimientos.

Lo único que no me enseñasteis es qué hacer cuando me siento solo…. Supongo que eso lo tiene que averiguar cada uno por su cuenta.

Me alegro tanto de haberos conocido. Me hubiera gustado vivir más aventuras con vosotros, pero… tarde o temprano habría llegado el momento de separarnos.

Gracias… a todos….
Adiós.
Mis recuerdos… me acompañarán en el camino.


viernes, 19 de febrero de 2016

Cuenta hasta diez. (Pablo Mora)

Si un día las luces se apagan,
si un día no sabes volver,
solo ves puertas cerradas,
y ya no recuerdas quién. 

Se despertó una mañana, 
te olvidaré, te olvidaré…. 
Bate con fuerza las alas,
todo irá bien, todo irá bien….

Cuenta hasta diez, pídele al sol 
que haya en el centro de tu vida 
alguien que traiga la luz hasta tu habitación
y no más miradas perdidas.

Cuenta hasta diez, pídele a Dios 
que no se acaben aún los días,
que cuando te vayas recuerdes 
que el mundo te dio, todo lo que querías.

Si un día las voces se callan, 
si un día no sabes que hacer, 
no te levantas por nada 
ni con un dedo en la sien.

Se despertó una mañana,
nunca lo haré, nunca lo haré….
Bate con fuerza las alas,
todo irá bien, todo irá bien….

Cuenta hasta diez, pídele al sol 
que haya en el aire que respiras 
alguien que traiga la luz hasta tu corazón 
y no más miradas perdidas.

Cuenta hasta diez, pídele a Dios 
que no se acaben hoy los días, 
que cuando te vayas recuerdes 
que el mundo te dio, todo lo que querías.

Todo lo que querías, 
como en esa canción: 
“la de que una vez paso, entre tú y yo”, 
solo siente la suerte adentro.

Cuenta hasta diez, pídele al sol 
que haya en el centro de tu vida 
alguien que traiga la luz hasta tu habitación
y no más miradas perdidas.

Cuenta hasta diez, pídele a Dios 
que no se acaben aún los días,
que cuando te vayas recuerdes 
que el mundo te dio, todo lo que querías.

Cuenta hasta diez, pídele al sol 
que haya en el aire que respiras 
alguien que traiga la luz hasta tu corazón 
y no más miradas perdidas.

Cuenta hasta diez, pídele a Dios 
que no se acaben aún los días,
que cuando te vayas recuerdes 
que el mundo te dio, todo lo que querías….

TODO LO QUE QUERÍAS.

viernes, 12 de febrero de 2016

Todo se transforma. (Jorge Drexler)

Tu beso se hizo calor, 
   luego el calor, movimiento, 
      luego gota de sudor 
         que se hizo vapor, luego viento 
            que en un rincón de La Rioja 
               movió el aspa de un molino 
                  mientras se pisaba el vino
                     que bebió tu boca roja. 

Tu boca roja en la mía, 
   la copa que gira en mi mano, 
      y mientras el vino caía 
         supe que de algún lejano 
            rincón de otra galaxia, 
               el amor que me darías, 
                  transformado, volvería 
                     un día a darte las gracias. 

Cada uno da lo que recibe 
   y luego recibe lo que da, 
      nada es más simple, 
         no hay otra norma: 
            nada se pierde, 
               todo se transforma. 

El vino que pagué yo, 
   con aquel euro italiano 
      que había estado en un vagón 
         antes de estar en mi mano, 
            y antes de eso en Torino, 
               y antes de Torino, en Prato, 
                  donde hicieron mi zapato 
                     sobre el que caería el vino. 

Zapato que en unas horas 
   buscaré bajo tu cama 
      con las luces de la aurora, 
         junto a tus sandalias planas 
            que compraste aquella vez 
               en Salvador de Bahía, 
                  donde a otro diste el amor 
                     que hoy yo te devolvería...... 

Cada uno da lo que recibe 
   y luego recibe lo que da, 
      nada es más simple, 
         no hay otra norma: 
            nada se pierde, 
               todo se transforma.

viernes, 5 de febrero de 2016

Hay amores que nacen. (Juan Carlos Aragón Becerra)

Hay amores que nacen en primavera,
hay amores que estallan en carnavales,
hay amores malditos pero inmortales
y malditos amores que ojalá no hubieran.

Y amores que se mueren y resucitan
que lo mismo cautivan que te desatan
y si es verdad que hay amores que matan
seguro no habrá nunca muerte más bonita.

Pero hasta los amores
ya se van con estos tiempos
y estos tiempos que saben de amores
que son más fuertes que el viento.

O será que los tiempos de ahora
han tenido la suerte de fabricar sin dolores
amores más blandos y vientos que soplan más fuerte.
Por lo menos, ya la muerte no será de un mal de amores.

Pero el tiempo más grande que hay
es el del amor, si es amor infinito
y yo que lo tengo no lo cambio
ni por otro amor ni por un continente.

No lo cambio porque en este mundo
no hay nada más puro que pueda encontrar
y aunque a veces me haga ser esclavo
tampoco lo cambio por mi libertad.

Si la muerte, tiene que llegarme un día
a Dios le pido que me llegue entre sus brazos
que si muero por amor
me sobrará la otra vida.