Pensé que era un buen momento,
por fin se hacía realidad,
tanto oír hablar de tu silencio,
dicen que te arrastra como el mar.
Llené de libros mi maleta,
también de fotos tuyas de antes.
Dibujé tu sonrisa junto a la mía,
me dormí con tu abrigo en el sofá.
Quiero estar a tu lado,
quiero mirarte y sentir,
quiero perderme esperando,
yo quiero quererte o morir....
Y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara
la madrugada del 20 de enero saliendo del tren,
me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida,
y desde entonces te quiero, te adoro y te vuelvo a querer.
Cogí un tren que no dormía
y vi tu cara en un cristal,
Era un reflejo del sol de mediodía,
era un poema de amor, para viajar.
Quiero estar a tu lado
quiero mirarte y sentir,
quiero perderme esperando,
yo quiero quererte o morir....
Te perdí
y no te perderé
nunca más te dejare.
Te busque, muy lejos de aquí
y te encontré pensando en mí.
Y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara
la madrugada del 20 de enero saliendo del tren,
me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida,
y desde entonces te quiero, te adoro y te vuelvo a querer.
En un día de estos en que suelo pensar:
“hoy va a ser el día menos pensado”,
nos hemos cruzado, has decidido mirar,
a los ojitos azules que ahora van a tu lado.
Desde el momento en el que te conocí,
resumiendo con prisas, tiempo de silencio,
te juro que a nadie le he vuelto a decir
que tenemos el récord del mundo en querernos.
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice: "quieta, hoy quizás sí...."
Escapando una noche de un bostezo de sol
me pediste que te diera un beso,
con lo baratos que salen mi amor,
qué te cuesta callarme con uno de esos.
Pasaron seis meses y me dijiste adiós,
un placer coincidir en esta vida.
Allí me quedé, en una mano el corazón,
y en la otra excusas que ni tú entendías.
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice: "quieta, hoy quizás sí...."
Y es que empiezo a pensar
que el amor verdadero es tan sólo el primero.
y es que empiezo a sospechar
que los demás son sólo para olvidar.
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice: "quieta, hoy quizás sí... quizás sí."